TERSA «incinera» el ambiente de Barcelona
La plataforma AIRE NET hizo público este mes de Enero datos de un estudio realizado en 2017 donde se aprecia que la empresa pública TERSA ubicada en el término municipal de Sant Adría del Besos EXPULSA AL AIRE DE BARCELONA, diferentes agentes nocivos.
Esta empresa pública esta administrada por su presidenta la Sra. Janet Sanz Cid de BSM (Barcelona Serveis Municipals) encargada de fomentar, suponemos que por su cargo público, la expulsión de los vehículos que representamos en la PARC .
Como vicepresidente TERSA tiene al Sr. Joan Callau Bartolí de AMB (Area Metropolitana de Barcelona) otra administración impulsora de nuestra exclusión de las calles de Barcelona
Y les siguen 12 consejeros más de estas dos entidades BSM y AMB, como simple nota.
Lo que nos lleva a una conclusión… o varias.
Si tan importante es perseguir y expulsar los vehículos de los vecinos, ¿no sería también importante desplazar otras fuentes contaminantes fuera de Barcelona?
o por lo menos, si administras una empresa que contamina ¿no podrías ser más cauto con tus comentarios y ataques contra el medio de transporte/vida de tus vecinos?
De todas formas, siempre algo de culpa tenemos nosotros mismos, el reciclado correcto de nuestras basuras ayudaría a quemar menos restos pequeños difíciles de separar en las plantas de reciclado. Cosa que a un turista durante unos días de visita, puede que se le olvide.
Y la utilización correcta y sostenible del vehículo privado, pero eso es por el momento imposible debido al actual diseño, opciones y eficacia de la red de transporte público de Barcelona que obliga al usuario a invertir casi una hora o más de una hora en cruzar solo 3/4 parte de Barcelona mientras que en vehículo privado en 20 minutos recorres la B20 y en 30 min B10 fuera de horas punta, que éstas existen por supuesto, porque no hay combinación o conexión suficiente entre Barcelona y ciudades colindantes. Sin olvidarnos de la dificultad de ir desde estas ciudades del AMB a ciudades más lejanas, que supone pasar antes por el centro de Barcelona, en contra dirección a veces.
La utopía que persigue el consistorio barcelonés no se conseguirá sacrificando a sus vecinos, sino respetando la ciudad dotándola y cubriendo sus necesidades, siempre en contra de prostituirla en beneficio de grandes empresas que provocan la gentrificación.
Esta ciudad se merece poder volver a pronunciar su nombre con orgullo. BARCELONA